TERAPIA DEL NIÑO INTERNO -
Definición
Primera parte: ¿Hay personas o situaciones que te hacen enojar fácilmente, sin que puedas manejar tu reacción? ¿Hay momentos en los que sentís que las personas están compitiendo con vos, que te están evaluando a ver como rendís? ¿Te enojas fácilmente, y por demás, ante situaciones que luego consideras: "no era para tanto”? ¿Alguna vez te has encontrado en una situación en la que has actuado como un niño/a de 5 años, llorando y pataleando? ¿Sentís mucho miedo frente a ciertas situaciones, y no lo podes controlar? ¿Has notado personas, que en momentos de enojo, actúan como si fuesen niños/as pequeños/as? Todo esto ocurre debido a que a lo largo de nuestras vidas, nos hemos encontrado en situaciones que no hemos podido manejar, ya que no teníamos las herramientas o conocimientos para poder hacerlo, y nos han quedado muchas heridas sin resolver. En nuestras vidas, se van generando situaciones para que podamos trascender estos sentimientos de una vez. ¿Cuántas veces vemos a nuestros amigo/as salir de una relación que no soportan, para entrar en otra relación con otra persona, que es casi igual a la anterior? Como que "buscan” juntarse con personas similares. Vamos a usar un ejemplo para que se entienda mejor esto. Para el ejemplo vamos a llamar a la persona "Martin”. Ejemplo: A los 4 años, Martin presencia una pelea entre sus padres, y se siente poco valioso. Siente que sus padres no lo valoran ya que en vez de estar felices por su presencia, se están peleando. A esa edad a Martin se le produce una herida, la cual deja marcada con una bandera. A los 6 años, un compañero de Martin de escuela, le pega. Esto hace que Martin se sienta que no es valioso nuevamente. A esa edad a Martin se le produce una herida, la cual deja marcada con otra bandera. A los 15 años, Martin vuelve a vivir una situación en la cual se siente poco valioso nuevamente, cuando su novia lo deja. Martin se siente totalmente desolado, abandonado, muy poco valioso. No sabe por qué se siente así, pero es una sensación que viene desde muy profundo de su ser. Se siente que su corazón se ha roto en muchos pedazos. Siente que no vale nada, ni que nunca va a ser valioso. A los 23 años, Martin se encuentra intentando complacer a todos. No entiende porque, pero siente que todos lo deben querer y apreciar. Hace cosas por demás, para poder ser aceptado y querido. Se pregunta por qué muchas veces se pospone a él, para priorizar a otros. (Cada persona interpreta las situaciones según sus experiencias y conocimientos, pueden sentirse poco queridos, poco valiosos, abandonados, etc). Martin, a los 15 años, se ha conectado con estos otros Martincitos (el de 4 y el de 6 años de edad y muchos otros más), a través de estas heridas que se le han producido en las distintas edades. Estas banderas son como marcas a donde se puede volver cuando uno se encuentra con una situación que le genera sentimientos similares. Martin, a los 36 años, se encuentra buscando el amor que de chico sentía que le faltaba. Busca complacer a las personas, de distintas formas, para ser querido y aceptado. Esto que hace Martin, lo hacemos todos, a diferente nivel. No es fácil aceptarlo, pero es así. ¿Cuántas veces nos encontramos queriendo mostrar a otros lo buenos que somos? ¿Cuántas veces compramos cosas solamente para que los otros nos noten? ¿Cuántas veces decimos o hacemos cosas para que otros nos aprecien? Todas las personas tienen una infinidad de banderas que han ido plantando en sus vidas, ya sea de falta de valoración, falta de amor, falta de apreciación, abandono, miedos, etc, etc. Al vivir situaciones similares, ciertas personas sacan todas las situaciones anteriores a la luz, y reacción de manera desmedida. Otras personas viven por los otros, como comentaba en el ejemplo de Martin a los 36 años ¿Cuántas veces hemos visto a una persona enojarse mucho por algo insignificante? ¿Cuántas veces nos hemos enojado con alguien o con alguna situación, y luego nos dimos cuenta que fue una reacción exagerada? ¿Cuántas veces sentimos un miedo que nos paraliza, ante situaciones que no lo ameritan? Lo vemos hoy, en el enojo de las personas, que por cosas insignificantes llegan a llevar a una pelea callejera, a insultos desmedidos, o hasta la guerra. Lo vemos en el miedo/inseguridad de las personas, siempre queriendo demostrar que son valiosas, que son mejores, que los quieran, etc. Debemos entender de dónde vienen todas estas reacciones, para que puedan ser solucionadas. A su vez, si entendemos que estas reacciones exageradas, esta violencia, enojo, miedo, etc, tienen su raíz en el pasado de la persona, podremos ayudar también en el proceso de sanación de las otras personas. La próxima vez que una persona reaccione desmedidamente o tenga actitudes "poco aceptables” ante una situación, podremos comprender su reacción y no sentir que debemos reaccionar frente a esta persona. Podemos abrazar a sus niños internos, comprender y perdonar esta reacción, ayudando así a la persona a cambiar. Dios desea que aprendamos, que crezcamos en esto que la escuela de la tierra. Por lo tanto, la única forma es entender que las situaciones se van a repetir una y otra vez, hasta que logremos sanar nuestras heridas internas. Cuando la prueba aparece, por más difícil que parezca, Dios sabe que estamos preparados para pasarla. Escapando de una situación, lo único que va a hacer, es que se vuelva a generar una igual o muy similar en otro lado, para que podamos crecer y aprender. Con esta terapia del niño interno, se puede comenzar a sanar, es un proceso, no es de un día para otro. Se debe comprender que para que esta terapia sirva, no se deben juzgar a las personas que han interactuado con nosotros a lo largo de nuestras vidas. Estas personas solamente nos han ayudado a despertar estos sentimientos que debemos trabajar. No hay víctimas o victimarios, todo tiene una razón de ser. En el caso de Martin, sus padres se pelean frente a él, haciendo que sienta que no es valioso. Martin debe abrazar a sus padres, perdonarlos y agradecerles por haberlo ayudado a despertar esto que tenia para trabajar. No es fácil, pero debemos hacerlo para poder aprovechar esta terapia al máximo. Las personas, entre los 21 y los 28 años se independizan de sus seres queridos, y pasan a depende de uno mismo. Esto quiere decir, que hasta alrededor de los 28 años, necesitamos de nuestros seres queridos para sentirnos amados, queridos, valorados, etc. Nuestros niños/as pequeños, no podían manejar ciertas situaciones que se le presentaron, y reaccionaron de la manera que lo hicieron, para protegerse y poder "sobrevivir”. A través de esta terapia, volvemos a las distintas situaciones que hemos vivido e identificamos lo que nuestro niño ha sentido. Lo escuchamos atentamente, con el corazón abierto, sin juzgar. Es muy importante que para el proceso de descubrimiento y de sanación, tengan el corazón abierto. Deben parase en su corazón, para poder recibir esto con amor, como un padre o madre recibe a su hijo herido. Si su hijo/a o sobrino/a vuelve de la escuela llorando y le cuentan que un compañerito le ha pegado, ud lo escucha atentamente, lo abraza y le da consuelo. Lo mismo debe hacer con su niño/a herido/a, de lo contrario es difícil que se produzca la sanación completa. Se llama "Adulto de Amor”, un adulto que escucha y habla desde el corazón, sin juzgar lo que ocurre. Luego de identificar lo que nuestro niño/a ha sentido, con la ayuda de un terapeuta especializado, se busca dar vuelta esa "falsa creencia” y llevarle la verdad más elevada a nuestro niño/a. Recomendamos realizar esta terapia con un terapeuta especializado en Terapia del Niño Interno. Para poder aprovechar la misma al máximo, es ideal tener el acompañamiento de una persona especializada, para ayudarlos a sanar las heridas profundas. En muchos casos las personas pueden ver el problema, pero no saben cómo resolverlo. Al contar con una persona especializada, la misma los puede guiar en la resolución de las situaciones. Conclusión • Todos tenemos heridas de pequeños que hacen que hoy reaccionemos de cierta forma. • Al sanar a nuestros niños/as podemos elegir como reaccionar ante los desafios externos. • Es recomendable realizar esta terapia con una persona especializada. "El techo de la espiritualidad de cada persona es su psicología " - Kuthumi.
TERAPIA DEL NIÑO INTERNO - 2º parte
Segunda Parte: Proceso para descubrir a nuestros niños internos y sanarlos
Lo primero y principal es lograr ver en qué momentos de sus vidas, sus niños internos han plantado bandera. No es un proceso fácil, pero se puede hacer. "Pidan y se les dará, toquen a la puerta y se les abrirá”.
Aparten un momento del día para poder realizar este ejercicio. Van a necesitar un cuarto en donde puedan estar sin ser molestados, música de relajación, un anotador y una birome.
Busquen un lugar tranquilo, pongan música de relajación de fondo, y quédense en silencio unos minutos. Respiren profundo un par de veces, y lleven su atención al corazón. Recuerden que deben ser el adulto de amor, para poder comenzar a encontrar a estos niños y escucharlos.
No permitan que se corte este ejercicio. Una vez que encuentran a sus niño/a, lo escuchan, deben terminar el ejercicio, para que se produzca la sanación completa. De lo contrario, es como decirle a un amigo "Ven, cuéntame que te pasa…” Su amigo les cuenta lo que le pasa, y luego le dicen "Ah, me tengo que ir, hablamos luego”. Para la otra persona no queda resuelto, ya que ha sacado mucho y necesita amor y contención.
Piensen en situaciones que se les presentan hoy en día, en las que se sientan mal, que reaccionan mal, que no pueden controlar, y que les gustaría comenzar a sanar. Busquen qué sentimiento les despierta las mismas en uds. "Falta de amor, falta de valoración, enojo, frustración, abandono, miedo, inseguridad, etc”. Busquen en uds, hasta lograr sentir cual es la sensación principal que les despierta una cierta situación. Piensen en la pelea que tuvieron con su novio/a, esposo/a, padres, hermanos, etc, y traten de identificar qué les hizo sentir la otra persona. Anoten esta sensación en el cuadernillo.
Ahora, pídanle a su alma que los lleve a algún momento de sus vidas, en el pasado, en dónde han sentido esta sensación. No traten de forzarla (no metan la cabeza), dejen que fluya, su alma se encargara de llevarlos a una situación. Una vez que comiencen a revivir esta situación, no juzguen lo que ocurre en la misma, solamente permitan que ocurra.
Revivan la misma, pero no emitan comentarios ni juzguen. El típico error es que las personas enseguida juzguen al niño/a. Recuerden que ese niño/a son uds, y que lo que ha sentido ha sido TOTALMENTE valido.
Si ud a los 4 años se cae al piso, y se lastima una rodilla y llora por ello, le gustaría que le digan: "Dale, levantate que no te paso nada, no seas llorón/a.”. Lo mismo para su niño/a interna, no podemos minimizar lo que ha sentido. Lo que ha sentido es niño/a es así, y debemos enfrentarlo, no callarlo.
Durante nuestras vidas nos han enseñado que está mal sentir ciertas cosas. Debemos ahora comprender que no está mal sentirlas, debemos aprender a manejarlas, eso no quiere decir callarlas.
Abracen a esos sentimientos de su niño/a y abracen a su niño/a herida, intenten no decir nada, solamente permitan que salgan todos los sentimientos de su niño/a interno. Permita que su niño/a se descargue y diga todo lo que tiene para decir.
Este atento a todo lo que le ha generado esta situación a su niño/a interno, y luego, cuando haya terminado de revivir la situación, abra los ojos y escriba todo lo que ha sentido.
Escriba con detalle la situación, lo que su niño/a ha sentido. Nuevamente, no minimice nada de lo que su niño/a ha sentido.
Sus niños/as les van a decir sus falas creencias, estas falsas creencias son los sentimientos, pensamiento, o ideas falsas que se han creado a raíz de estas situaciones que han vivido y no han podido manejar. Son falsas, porque no son ciertas, y con esta terapia pueden cambiar la falsa creencia a la verdad más elevada.
Encontrar las falsas creencias no es lo más difícil, aunque puede ser un desafío para algunas personas. Lo más difícil es poder dar vuelta la falsa creencia, transformarla en la verdad más elevada, y luego llevarlas a sus niños/as.
Ahora, lean lo que ha escrito e intente identificar los sentimientos (falsas creencias) que su niño/a sienten.
Ej. "Nadie me quiere”; "No soy valioso”; "Nada de lo que hago alcanza para que me quieran”; "Nada de lo que hago alcanza para que me acepten”; "No soy especial”; "Tengo miedo a que me abandonen”; "No soy especial”; "Todos me odian”; "Quieren más a mi hermano/a que a mí”; "Me molesta que me digan que hacer”; "No me dejan ser”; "No puedo evitar lastimar a otras personas con lo que digo”.
Tenga en cuenta que pueden ser varios sentimiento a la vez.
Una vez que hayan encontrado las falsas creencias, deben imaginarse que están conversando con su hijo/a o sobrino/a y este les cuenta que tiene un problema. Imagínense la cara de su hijo/a o sobrino/a, que se encuentra triste y les dice alguna de las falsas creencias que ud ha encontrado.
¿Qué le dirían a su hijo/a o sobrino/a si les dijera …? Ejemplo:
¿Si su hijo/a o sobrino/a si les dijera que nadie lo quiere? ¿Qué le diría ud?
Seguramente le diría "Yo te quiero, te amo”. También le puede explicar que si otras personas no saben cómo quererlo o no pueden quererlo, es por las limitaciones de ellos, que no tiene nada que ver con el grandioso ser que es su hijo/a o sobrino/a.
¿Si su hijo/a o sobrino/a si les dijera que no es valioso? ¿Qué le diría ud?
Seguramente le diría "Para mi sos la persona más valiosa”
Deben escribir todo lo que le dirían a su hijo/a o sobrino/a. No tengan miedo de expresar y decir todo lo que creen necesario.
Luego, cierren los ojos, vuelvan a respirar profundo y vuelvan a la situación de su niño/a. Busquen nuevamente esa situación en donde su niño/a ha quedado herido. Recíbanlo con mucho amor, y ahora deben leerle lo que han escrito. Díganle la verdad más elevada, dígansela la cantidad de veces que sea necesario. Ahora recreen la situación, imagínense que se llevan a ese niño/a de esa situación "fea” y llévenlo a un lugar lindo, a dónde a él les gustaría estar. Puede ser en el campo, en una plaza, en una montaña, en donde desee. Jueguen con él, y estén con él, necesita de su amor.
Con este ejercicio de recrear la situación, cambiamos el registro negativo y lo transformamos en uno positivo.
Puede que al principio su niño/a no reaccione, no les crea lo que les dicen. Esto se debe a que la falsa creencia la ha tenido hace tantos años, que le es difícil aceptar la verdad que ud le lleva. Esta terapia toma su tiempo, y para que su niño/a reconozca y sane, pueden pasar muchos meses. Uds deben llevarle la verdad a ese niño/a todos los días, para que de a poco se produzca el cambio. Separen unos minutos, todos los días, para ir al lugar en donde dejaron a su niño/a y jueguen con él, y repítanle la verdad más elevada.
No se frustren si a su niño/a le toma tiempo aceptar la verdad, deben abrazarlo y amarlo, y tener paciencia. En algunos casos, al acercarse al niño/a, este se aleja, no desea hablar con ud. Esto puede ocurrir, ya que al haber estado tan desconectado de uds mismos, sus niños/as se sienten solos y no desean conversar.
Tengan paciencia y perseverancia, de a poco van a ir sanando, y va a sentir un cambio en su vida. Visiten a sus niños/as todos los días, y ténganlos presentes. Ellos necesitan de uds para poder ir sanando, y sintiéndose amados, queridos, valorados, etc.
Al cambiar nuestros registros pasados, cambiamos nuestro presente. Nosotros somos el resultado de nuestras experiencias pasadas, y es por ellas como reaccionamos hoy. Al cambiar muchas de nuestras experiencias a "positivas”, podemos cambiar quienes somos hoy.
Si una persona se enojaba al sentirse poco querida por otra persona, al cambiar su pasado, no se va a enojar más ya que va a sentirse querida por sí misma. No va a necesitar sentirse querida para ser feliz, es feliz.
Este ejercicio se debe realizar para cada unas de las heridas que tengan, y para cada edad. Si hemos sanado la falsa creencia de "No me quieren” de nuestro niño/a de 2 años, no quiere decir que ya ha quedado sanado, ahora se debe buscar otra situación en la vida en donde su niño/a haya sentido la misma sensación. A lo largo de sus vidas se repiten las falsas creencias, por lo tanto, deben ir a cada situación y sanarlas individualmente. El ejercicio es el mismo pero para cada situación.
Experimenten y hágalo como un juego, pero un juego con mucho amor.
Conclusión: 1) No debe juzgar la situación ni a las personas en la misma, debe comprender que es un aprendizaje. 2) Debe llevar al niño herido, la verdad más elevada (cuerpo mental) y el amor incondicional (cuerpo emocional), para que se produzca la sanación completa.
3) Al cambiar las memorias de nuestro pasado, podemos cambiar como reaccionamos hoy ante distintas situaciones. 4) Recomendamos realizar esta terapia con un terapeuta especializado en Terapia del Niño Interno, para que lo ayude a identificar sus falsas creencias y crear las verdades más elevadas.
Primera parte: ¿Hay personas o situaciones que te hacen enojar fácilmente, sin que puedas manejar tu reacción? ¿Hay momentos en los que sentís que las personas están compitiendo con vos, que te están evaluando a ver como rendís? ¿Te enojas fácilmente, y por demás, ante situaciones que luego consideras: "no era para tanto”? ¿Alguna vez te has encontrado en una situación en la que has actuado como un niño/a de 5 años, llorando y pataleando? ¿Sentís mucho miedo frente a ciertas situaciones, y no lo podes controlar? ¿Has notado personas, que en momentos de enojo, actúan como si fuesen niños/as pequeños/as? Todo esto ocurre debido a que a lo largo de nuestras vidas, nos hemos encontrado en situaciones que no hemos podido manejar, ya que no teníamos las herramientas o conocimientos para poder hacerlo, y nos han quedado muchas heridas sin resolver. En nuestras vidas, se van generando situaciones para que podamos trascender estos sentimientos de una vez. ¿Cuántas veces vemos a nuestros amigo/as salir de una relación que no soportan, para entrar en otra relación con otra persona, que es casi igual a la anterior? Como que "buscan” juntarse con personas similares. Vamos a usar un ejemplo para que se entienda mejor esto. Para el ejemplo vamos a llamar a la persona "Martin”. Ejemplo: A los 4 años, Martin presencia una pelea entre sus padres, y se siente poco valioso. Siente que sus padres no lo valoran ya que en vez de estar felices por su presencia, se están peleando. A esa edad a Martin se le produce una herida, la cual deja marcada con una bandera. A los 6 años, un compañero de Martin de escuela, le pega. Esto hace que Martin se sienta que no es valioso nuevamente. A esa edad a Martin se le produce una herida, la cual deja marcada con otra bandera. A los 15 años, Martin vuelve a vivir una situación en la cual se siente poco valioso nuevamente, cuando su novia lo deja. Martin se siente totalmente desolado, abandonado, muy poco valioso. No sabe por qué se siente así, pero es una sensación que viene desde muy profundo de su ser. Se siente que su corazón se ha roto en muchos pedazos. Siente que no vale nada, ni que nunca va a ser valioso. A los 23 años, Martin se encuentra intentando complacer a todos. No entiende porque, pero siente que todos lo deben querer y apreciar. Hace cosas por demás, para poder ser aceptado y querido. Se pregunta por qué muchas veces se pospone a él, para priorizar a otros. (Cada persona interpreta las situaciones según sus experiencias y conocimientos, pueden sentirse poco queridos, poco valiosos, abandonados, etc). Martin, a los 15 años, se ha conectado con estos otros Martincitos (el de 4 y el de 6 años de edad y muchos otros más), a través de estas heridas que se le han producido en las distintas edades. Estas banderas son como marcas a donde se puede volver cuando uno se encuentra con una situación que le genera sentimientos similares. Martin, a los 36 años, se encuentra buscando el amor que de chico sentía que le faltaba. Busca complacer a las personas, de distintas formas, para ser querido y aceptado. Esto que hace Martin, lo hacemos todos, a diferente nivel. No es fácil aceptarlo, pero es así. ¿Cuántas veces nos encontramos queriendo mostrar a otros lo buenos que somos? ¿Cuántas veces compramos cosas solamente para que los otros nos noten? ¿Cuántas veces decimos o hacemos cosas para que otros nos aprecien? Todas las personas tienen una infinidad de banderas que han ido plantando en sus vidas, ya sea de falta de valoración, falta de amor, falta de apreciación, abandono, miedos, etc, etc. Al vivir situaciones similares, ciertas personas sacan todas las situaciones anteriores a la luz, y reacción de manera desmedida. Otras personas viven por los otros, como comentaba en el ejemplo de Martin a los 36 años ¿Cuántas veces hemos visto a una persona enojarse mucho por algo insignificante? ¿Cuántas veces nos hemos enojado con alguien o con alguna situación, y luego nos dimos cuenta que fue una reacción exagerada? ¿Cuántas veces sentimos un miedo que nos paraliza, ante situaciones que no lo ameritan? Lo vemos hoy, en el enojo de las personas, que por cosas insignificantes llegan a llevar a una pelea callejera, a insultos desmedidos, o hasta la guerra. Lo vemos en el miedo/inseguridad de las personas, siempre queriendo demostrar que son valiosas, que son mejores, que los quieran, etc. Debemos entender de dónde vienen todas estas reacciones, para que puedan ser solucionadas. A su vez, si entendemos que estas reacciones exageradas, esta violencia, enojo, miedo, etc, tienen su raíz en el pasado de la persona, podremos ayudar también en el proceso de sanación de las otras personas. La próxima vez que una persona reaccione desmedidamente o tenga actitudes "poco aceptables” ante una situación, podremos comprender su reacción y no sentir que debemos reaccionar frente a esta persona. Podemos abrazar a sus niños internos, comprender y perdonar esta reacción, ayudando así a la persona a cambiar. Dios desea que aprendamos, que crezcamos en esto que la escuela de la tierra. Por lo tanto, la única forma es entender que las situaciones se van a repetir una y otra vez, hasta que logremos sanar nuestras heridas internas. Cuando la prueba aparece, por más difícil que parezca, Dios sabe que estamos preparados para pasarla. Escapando de una situación, lo único que va a hacer, es que se vuelva a generar una igual o muy similar en otro lado, para que podamos crecer y aprender. Con esta terapia del niño interno, se puede comenzar a sanar, es un proceso, no es de un día para otro. Se debe comprender que para que esta terapia sirva, no se deben juzgar a las personas que han interactuado con nosotros a lo largo de nuestras vidas. Estas personas solamente nos han ayudado a despertar estos sentimientos que debemos trabajar. No hay víctimas o victimarios, todo tiene una razón de ser. En el caso de Martin, sus padres se pelean frente a él, haciendo que sienta que no es valioso. Martin debe abrazar a sus padres, perdonarlos y agradecerles por haberlo ayudado a despertar esto que tenia para trabajar. No es fácil, pero debemos hacerlo para poder aprovechar esta terapia al máximo. Las personas, entre los 21 y los 28 años se independizan de sus seres queridos, y pasan a depende de uno mismo. Esto quiere decir, que hasta alrededor de los 28 años, necesitamos de nuestros seres queridos para sentirnos amados, queridos, valorados, etc. Nuestros niños/as pequeños, no podían manejar ciertas situaciones que se le presentaron, y reaccionaron de la manera que lo hicieron, para protegerse y poder "sobrevivir”. A través de esta terapia, volvemos a las distintas situaciones que hemos vivido e identificamos lo que nuestro niño ha sentido. Lo escuchamos atentamente, con el corazón abierto, sin juzgar. Es muy importante que para el proceso de descubrimiento y de sanación, tengan el corazón abierto. Deben parase en su corazón, para poder recibir esto con amor, como un padre o madre recibe a su hijo herido. Si su hijo/a o sobrino/a vuelve de la escuela llorando y le cuentan que un compañerito le ha pegado, ud lo escucha atentamente, lo abraza y le da consuelo. Lo mismo debe hacer con su niño/a herido/a, de lo contrario es difícil que se produzca la sanación completa. Se llama "Adulto de Amor”, un adulto que escucha y habla desde el corazón, sin juzgar lo que ocurre. Luego de identificar lo que nuestro niño/a ha sentido, con la ayuda de un terapeuta especializado, se busca dar vuelta esa "falsa creencia” y llevarle la verdad más elevada a nuestro niño/a. Recomendamos realizar esta terapia con un terapeuta especializado en Terapia del Niño Interno. Para poder aprovechar la misma al máximo, es ideal tener el acompañamiento de una persona especializada, para ayudarlos a sanar las heridas profundas. En muchos casos las personas pueden ver el problema, pero no saben cómo resolverlo. Al contar con una persona especializada, la misma los puede guiar en la resolución de las situaciones. Conclusión • Todos tenemos heridas de pequeños que hacen que hoy reaccionemos de cierta forma. • Al sanar a nuestros niños/as podemos elegir como reaccionar ante los desafios externos. • Es recomendable realizar esta terapia con una persona especializada. "El techo de la espiritualidad de cada persona es su psicología " - Kuthumi.
TERAPIA DEL NIÑO INTERNO - 2º parte
Segunda Parte: Proceso para descubrir a nuestros niños internos y sanarlos
Lo primero y principal es lograr ver en qué momentos de sus vidas, sus niños internos han plantado bandera. No es un proceso fácil, pero se puede hacer. "Pidan y se les dará, toquen a la puerta y se les abrirá”.
Aparten un momento del día para poder realizar este ejercicio. Van a necesitar un cuarto en donde puedan estar sin ser molestados, música de relajación, un anotador y una birome.
Busquen un lugar tranquilo, pongan música de relajación de fondo, y quédense en silencio unos minutos. Respiren profundo un par de veces, y lleven su atención al corazón. Recuerden que deben ser el adulto de amor, para poder comenzar a encontrar a estos niños y escucharlos.
No permitan que se corte este ejercicio. Una vez que encuentran a sus niño/a, lo escuchan, deben terminar el ejercicio, para que se produzca la sanación completa. De lo contrario, es como decirle a un amigo "Ven, cuéntame que te pasa…” Su amigo les cuenta lo que le pasa, y luego le dicen "Ah, me tengo que ir, hablamos luego”. Para la otra persona no queda resuelto, ya que ha sacado mucho y necesita amor y contención.
Piensen en situaciones que se les presentan hoy en día, en las que se sientan mal, que reaccionan mal, que no pueden controlar, y que les gustaría comenzar a sanar. Busquen qué sentimiento les despierta las mismas en uds. "Falta de amor, falta de valoración, enojo, frustración, abandono, miedo, inseguridad, etc”. Busquen en uds, hasta lograr sentir cual es la sensación principal que les despierta una cierta situación. Piensen en la pelea que tuvieron con su novio/a, esposo/a, padres, hermanos, etc, y traten de identificar qué les hizo sentir la otra persona. Anoten esta sensación en el cuadernillo.
Ahora, pídanle a su alma que los lleve a algún momento de sus vidas, en el pasado, en dónde han sentido esta sensación. No traten de forzarla (no metan la cabeza), dejen que fluya, su alma se encargara de llevarlos a una situación. Una vez que comiencen a revivir esta situación, no juzguen lo que ocurre en la misma, solamente permitan que ocurra.
Revivan la misma, pero no emitan comentarios ni juzguen. El típico error es que las personas enseguida juzguen al niño/a. Recuerden que ese niño/a son uds, y que lo que ha sentido ha sido TOTALMENTE valido.
Si ud a los 4 años se cae al piso, y se lastima una rodilla y llora por ello, le gustaría que le digan: "Dale, levantate que no te paso nada, no seas llorón/a.”. Lo mismo para su niño/a interna, no podemos minimizar lo que ha sentido. Lo que ha sentido es niño/a es así, y debemos enfrentarlo, no callarlo.
Durante nuestras vidas nos han enseñado que está mal sentir ciertas cosas. Debemos ahora comprender que no está mal sentirlas, debemos aprender a manejarlas, eso no quiere decir callarlas.
Abracen a esos sentimientos de su niño/a y abracen a su niño/a herida, intenten no decir nada, solamente permitan que salgan todos los sentimientos de su niño/a interno. Permita que su niño/a se descargue y diga todo lo que tiene para decir.
Este atento a todo lo que le ha generado esta situación a su niño/a interno, y luego, cuando haya terminado de revivir la situación, abra los ojos y escriba todo lo que ha sentido.
Escriba con detalle la situación, lo que su niño/a ha sentido. Nuevamente, no minimice nada de lo que su niño/a ha sentido.
Sus niños/as les van a decir sus falas creencias, estas falsas creencias son los sentimientos, pensamiento, o ideas falsas que se han creado a raíz de estas situaciones que han vivido y no han podido manejar. Son falsas, porque no son ciertas, y con esta terapia pueden cambiar la falsa creencia a la verdad más elevada.
Encontrar las falsas creencias no es lo más difícil, aunque puede ser un desafío para algunas personas. Lo más difícil es poder dar vuelta la falsa creencia, transformarla en la verdad más elevada, y luego llevarlas a sus niños/as.
Ahora, lean lo que ha escrito e intente identificar los sentimientos (falsas creencias) que su niño/a sienten.
Ej. "Nadie me quiere”; "No soy valioso”; "Nada de lo que hago alcanza para que me quieran”; "Nada de lo que hago alcanza para que me acepten”; "No soy especial”; "Tengo miedo a que me abandonen”; "No soy especial”; "Todos me odian”; "Quieren más a mi hermano/a que a mí”; "Me molesta que me digan que hacer”; "No me dejan ser”; "No puedo evitar lastimar a otras personas con lo que digo”.
Tenga en cuenta que pueden ser varios sentimiento a la vez.
Una vez que hayan encontrado las falsas creencias, deben imaginarse que están conversando con su hijo/a o sobrino/a y este les cuenta que tiene un problema. Imagínense la cara de su hijo/a o sobrino/a, que se encuentra triste y les dice alguna de las falsas creencias que ud ha encontrado.
¿Qué le dirían a su hijo/a o sobrino/a si les dijera …? Ejemplo:
¿Si su hijo/a o sobrino/a si les dijera que nadie lo quiere? ¿Qué le diría ud?
Seguramente le diría "Yo te quiero, te amo”. También le puede explicar que si otras personas no saben cómo quererlo o no pueden quererlo, es por las limitaciones de ellos, que no tiene nada que ver con el grandioso ser que es su hijo/a o sobrino/a.
¿Si su hijo/a o sobrino/a si les dijera que no es valioso? ¿Qué le diría ud?
Seguramente le diría "Para mi sos la persona más valiosa”
Deben escribir todo lo que le dirían a su hijo/a o sobrino/a. No tengan miedo de expresar y decir todo lo que creen necesario.
Luego, cierren los ojos, vuelvan a respirar profundo y vuelvan a la situación de su niño/a. Busquen nuevamente esa situación en donde su niño/a ha quedado herido. Recíbanlo con mucho amor, y ahora deben leerle lo que han escrito. Díganle la verdad más elevada, dígansela la cantidad de veces que sea necesario. Ahora recreen la situación, imagínense que se llevan a ese niño/a de esa situación "fea” y llévenlo a un lugar lindo, a dónde a él les gustaría estar. Puede ser en el campo, en una plaza, en una montaña, en donde desee. Jueguen con él, y estén con él, necesita de su amor.
Con este ejercicio de recrear la situación, cambiamos el registro negativo y lo transformamos en uno positivo.
Puede que al principio su niño/a no reaccione, no les crea lo que les dicen. Esto se debe a que la falsa creencia la ha tenido hace tantos años, que le es difícil aceptar la verdad que ud le lleva. Esta terapia toma su tiempo, y para que su niño/a reconozca y sane, pueden pasar muchos meses. Uds deben llevarle la verdad a ese niño/a todos los días, para que de a poco se produzca el cambio. Separen unos minutos, todos los días, para ir al lugar en donde dejaron a su niño/a y jueguen con él, y repítanle la verdad más elevada.
No se frustren si a su niño/a le toma tiempo aceptar la verdad, deben abrazarlo y amarlo, y tener paciencia. En algunos casos, al acercarse al niño/a, este se aleja, no desea hablar con ud. Esto puede ocurrir, ya que al haber estado tan desconectado de uds mismos, sus niños/as se sienten solos y no desean conversar.
Tengan paciencia y perseverancia, de a poco van a ir sanando, y va a sentir un cambio en su vida. Visiten a sus niños/as todos los días, y ténganlos presentes. Ellos necesitan de uds para poder ir sanando, y sintiéndose amados, queridos, valorados, etc.
Al cambiar nuestros registros pasados, cambiamos nuestro presente. Nosotros somos el resultado de nuestras experiencias pasadas, y es por ellas como reaccionamos hoy. Al cambiar muchas de nuestras experiencias a "positivas”, podemos cambiar quienes somos hoy.
Si una persona se enojaba al sentirse poco querida por otra persona, al cambiar su pasado, no se va a enojar más ya que va a sentirse querida por sí misma. No va a necesitar sentirse querida para ser feliz, es feliz.
Este ejercicio se debe realizar para cada unas de las heridas que tengan, y para cada edad. Si hemos sanado la falsa creencia de "No me quieren” de nuestro niño/a de 2 años, no quiere decir que ya ha quedado sanado, ahora se debe buscar otra situación en la vida en donde su niño/a haya sentido la misma sensación. A lo largo de sus vidas se repiten las falsas creencias, por lo tanto, deben ir a cada situación y sanarlas individualmente. El ejercicio es el mismo pero para cada situación.
Experimenten y hágalo como un juego, pero un juego con mucho amor.
Conclusión: 1) No debe juzgar la situación ni a las personas en la misma, debe comprender que es un aprendizaje. 2) Debe llevar al niño herido, la verdad más elevada (cuerpo mental) y el amor incondicional (cuerpo emocional), para que se produzca la sanación completa.
3) Al cambiar las memorias de nuestro pasado, podemos cambiar como reaccionamos hoy ante distintas situaciones. 4) Recomendamos realizar esta terapia con un terapeuta especializado en Terapia del Niño Interno, para que lo ayude a identificar sus falsas creencias y crear las verdades más elevadas.