La meditación puede cambiar el cerebro
La ciencia comprobó que quien la practica tiene más materia gris
BUDISMO Y NEUROLOGÍA- Estudios confirman su poder terapéutico
Cómo la meditación ayuda a neutralizar emociones negativas
Tesy de Biase
Desde que la meditación ingresó en el diccionario médico de la mano del Dalai Lama, la ciencia ha podido corroborar la eficacia terapéutica de esta práctica, de aspecto tan inocente que en la actualidad se aplica tanto para vencer el odio como para controlar un cuadro de ansiedad o de hipertensión arterial.
El hallazgo más reciente sobre el poder de la meditación proviene del Laboratorio de Neuroimágenes de la Universidad de California, Estados Unidos. Allí, la investigadora Eileen Luders demostró que meditar no sólo produce cambios en el funcionamiento cerebral de los meditadores, sino que también los genera en la estructura misma del cerebro.
"Los meditadores tienen más materia gris en las zonas del cerebro relacionadas con el control de las emociones", comentó la doctora Luders, que inaugura con sus palabras una plataforma común entre ciencia y meditación. Al hacerlo, facilita el salto hacia otro discurso. Por ejemplo, el que presentó en su visita a Buenos Aires el monje tibetano Khenpo Sangpo Bodh.
Con su típico atuendo, este doctor en filosofía llegó a Buenos Aires proveniente del Instituto de Altos Estudios Budistas Khamgar Druk College Dharmakara, ubicado en la comunidad tibetana de Tashi Jong, en el norte de la India, para difundir el poder transformador de la meditación.
Khenpo propone transmutar las emociones destructivas a través de la disciplina y el control de la mente. El resultado prometido: nada menos que la disolución de la violencia y ese efecto dominó que tan bien conocía Mahatma Gandhi, cuando conmovió al poderío colonial británico poniendo una y otra vez la otra mejilla. ¿De dónde proviene el poder para alcanzar semejante transformación? "De la meditación", sintetiza con certeza inconmovible.
"Es una herramienta de autoconocimiento y el antídoto contra todas las emociones destructivas". Y cuando dice todas, el optimista lama piensa en las 84.000 (sí, ochenta y cuatro mil) emociones negativas que según las escrituras budistas se desprenden de las básicas: ira, apego (posesivo), orgullo, envidia e ignorancia (opacidad). Con tantos miles de enemigos, el camino hacia la felicidad parece arduo. Y lo es. No se trata de querer y poder, sin más, admite el maestro: hay que transitar un largo entrenamiento que conduce a la transformación interior.
"Meditar permite liberarnos de las fuerzas negativas que nos hacen sufrir", sostiene. Y ofrece la receta de la transmutación emocional positiva para amateurs : "Hay que empezar por la a. El primer paso es reconocernos a nosotros mismos y observar el contenido de nuestra mente, preguntándonos a qué responden esas emociones negativas". Para ver con claridad Khenpo -como lo llaman sus seguidores- sugiere algo tan sencillo como sentarse y relajarse, lo que parece sencillo, pero no lo es tanto.
"Cuando la gente vive con intenso movimiento, tiene dificultades para encontrar calma, pero la mente es como el agua: si se mueve, no permite ver el reflejo de la luna y las estrellas en su superficie; en cambio, cuando está limpia y calma, en pocos minutos trasluce lo que hay en la profundidad y refleja todo. Cuando una persona está habituada al movimiento excesivo, ni siquiera sabe quién es. Yo les digo que se sienten en silencio y que miren en su mente."
El siguiente movimiento responde a uno de los ciclos de las enseñanzas de Buda: rechazar las emociones negativas como si fueran un alimento envenenado. Sin contemplaciones, la propuesta apela a un acto firme de disciplina y voluntad, que se traduce en tolerancia cero con ese odio o envidia que carcomen la paz interior. El maestro budista lo describe como una purificación de los componentes tóxicos de la mente.
Y el tercer momento es el de la transformación liberadora, una reconexión desde la calma, que tampoco se dirige hacia el exterior pero tiene efecto sobre él. La herramienta principal es la práctica de alguno de los distintos tipos de meditación que, básicamente, combinan relajación mental con ejercicios de respiración. La forma más reconocida es focalizar la mente en un objeto exterior, que pueden ser una luz o una imagen. Aunque el maestro recomienda seis prácticas diarias, reconoce que con una al levantarse, antes del desayuno, también se obtienen resultados pacificadores sobre la mente.
"Cuando cambia la mente cambia todo, no solo porque se ve al mundo de otra manera sino porque el cambio de uno provoca cambios en los demás. Para terminar con el odio y las emociones destructivas no podemos usar el odio y las emociones destructivas. No podemos matar a una persona como medio para lograr que esa persona deje de matar. Por la fuerza no se alcanzan los cambios. Buda nunca usó armas. Tampoco Cristo ni Mahatma Gandhi ni la madre Teresa de Calcuta. La paz y la transformación de las emociones negativas se alcanza por medios pacíficos, como la meditación, que es un instrumento de transformación interior".
"Quienes meditan tienen más materia gris"
Sentarse a pensar en nada frente a una vela encendida resulta tedioso, inútil y hasta ridículo para la mayoría de los occidentales. Sin embargo, hoy esta práctica de aspecto tan inocente es reconocida por la medicina convencional como una estrategia terapéutica alternativa para doblegar cuadros tan disímiles e indomables como el estrés y la ansiedad, la hipertensión, la migraña o las complicaciones cardiovasculares.
Unos años atrás, distintos investigadores del campo de la neurología, como el famoso Daniel Goleman, dieron un paso más con el consentimiento del Dalai Lama. Así, distintos monjes budistas entrenados en el arte de la meditación fueron estudiados bajo la lente de los resonadores nucleares de última generación. Las imágenes que evidenciaron diferencias en el funcionamiento cerebral de los meditadores dieron la vuelta al mundo y desde entonces las investigaciones se multiplicaron.
El último capítulo de este escrutinio científico sobre una práctica milenaria lo escribió un equipo del Laboratorio de Neuroimágenes de la Universidad de California, Estados Unidos. Con tecnología de última generación los científicos compararon los cerebros de 44 personas: 22 de ellas sin antecedentes de meditación y 22 con un entrenamiento en esta práctica milenaria que osciló entre los 5 y los 46 años, con un promedio de 24 años practicando alguna de las múltiples formas de meditación.
Esta vez, los científicos se centraron no ya en los efectos de la meditación sobre el funcionamiento cerebral, sino en su influencia sobre la estructura misma del cerebro. Eileen Luders, autora del estudio publicado en la revista Neuroimage , explica sus asombrosos hallazgos: "Los meditadores tienen más materia gris en aquellas zonas del cerebro relacionadas con el control de las emociones".
¿Cómo llegan los meditadores a generar más materia gris? "Al igual que cuando alguien entrena sus músculos, algunas áreas del cerebro deben crecer cuando las usas intensamente", arriesga la investigadora. La materia gris es el tejido encargado de procesar la información que la materia blanca transmite. Una hipótesis sencilla -que probablemente la ciencia tarde años en confirmar-es que a mayor materia gris, mejor desempeño cerebral. Desde Los Angeles, Luders sostiene: "La mayoría de los meditadores tienen habilidades sobresalientes con respecto a la autorregulación de sus emociones; es para ellos más fácil mantener la estabilidad emocional y tener un comportamiento centrado, tal como elegir con sabiduría sus respuestas o reacciones. Además, los meditadores son reconocidos por su extremadamente positiva mirada sobre la vida; es habitual para ellos ver, en lugar de la parte vacía, la mitad llena del vaso".
MEDITACION PARA SANAR....
Lee este ejercicio varias veces para familiarizarte con él o si te parece mejor, grábalo a fin de escuchar…
Cierra los ojos.
Concéntrate en tu respiración. Relaja el cuerpo.
Cuando estés list@ centra tu atención en el cuerpo. Comienza por los pies. Luego, lentamente y a fondo, mueve tu conciencia hacia arriba, por las piernas, el torso, los brazos, el cuello y la cabeza. Presta mucha atención al acto de aspirar y exhalar.
Imagina que estás rodead@ de luz. Cuando aspires, inhala esa luz y siente que te llena el cuerpo. Cuando expires, exhala cualquier tensión, cualquier dolor que puedas sentir en la mandíbula, la cara o los hombros. Exhala cualquier tensión que sientas en cualquier parte del cuerpo. Continúa inhalando luz, exhalando tensión. Inhala luz, exhala tensión, hasta que estés relajad@ y seren@. Si tu mente comienza a divagar o a charlar, vuelve suavemente la atención a tu respiración.
Ahora comienza a imaginar pequeñas raíces que brotan de la planta de tus pies y la base de tu columna. Siente como crecen y crecen. Extiéndelas hacia abajo, a través de la silla y del suelo, atravesando la distancia que sea necesaria hasta llegar a la tierra.
Continúa aspirando luz y exhalando tensión. Mientras tanto, visualiza tus raíces que se adentran profundamente en el suelo, afirmándose allí y conectándote muy firmemente al centro de la Tierra.
Cuando exhales, imagina que despides toda la negatividad y todas las toxinas acumuladas en tu cuerpo por tus raíces hacia el centro de la Tierra donde son recicladas.
Cuando tu cuerpo se sienta más liviano y abierto, revierte el proceso y comienza a extraer energía del núcleo de la Tierra. La energía terrestre es reparadora y nutritiva. Continúa exhalando negatividad y toxinas e inhalando esa reparadora energía terrestre.
Siente cómo se acumula esa energía en la base de tu columna, virtiéndose en tu Chakra de la Raíz. Visualiza la energía de ese chakra como una luz roja que refulge en tu cuerpo. El Chakra de la Raíz es el asiento de tu seguridad y de tu estabilidad. Cuando está abierto y fluye, estás afinado con tu más profundo sentido de la pertenencia, de la seguridad, de estar a gusto en el mundo y dentro de tu cuerpo.
Cuando estés list@, permite que la energía de la Tierra continúe fluyendo por tu columna hasta que llegue a tu segundo chakra, el Sexual. Está localizado a unos cinco centímetros por debajo del ombligo y es la sede de tu energía creativa en todos los planos: el físico, el artístico y el sexual. Siente cómo refulge con luz anaranjada. Cuando este chakra está abierto, eres capaz de experimentar gozo en tu cuerpo. Te abres a tu creatividad y a tu sexualidad. Estás radiante y llen@ de vida.
Sin darte prisa, aspira la energía terrestre hacia el chakra del plexo solar. Es tu punto de conexión con la voluntad y con tu poder personal. Imagina una palpitación amarilla y cálida en tu plexo solar. Recuerda que eres fuerte, san@ y capaz de hacer todas las cosas para las que viniste a esta vida, de un modo sagrado y animoso.
Como una fuente, la energía de la Tierra continúa elevándose por tu cuerpo. Siente como fluye ahora hacia tu centro del corazón. Imagina una bella luz verde que refulge en medio de tu pecho, tan verde y viva como la primavera. El chakra del corazón es el centro del amor y las emociones dentro de tu cuerpo. Conéctate ahora con tu naturaleza amante, la fuerza y la ternura de tus sentimientos. Recuerda que eres un ser de amor, nacid@ en este mundo para sentir amor, para darlo y recibirlo.
Deja que la energía continúe elevándose hasta un punto de tu pecho, entre los chakras del corazón y la garganta, dos o tres centímetros por debajo de la clavícula. Allí está el chakra del timo, el chakra de la compasión, de la comunidad y la paz. Imagina allí una luz aguamarina. Siente tu conexión con tu familia, tus amigos y toda la humanidad. Recuerda que no estás sol@, que eres parte integral y única de Todo Lo Que Es.
Ahora deja que la energía de la ierra se eleve a tu garganta y a tus oídos. Imagina que brilla dentro una luz azul celeste. A esta altura puedes sentir el deseo de emitir un sonido, cualquier sonido o nota que te parezca agradable y cómodo. Esto dará mensajes a los músculos de tu garganta, abriendo este centro de comunicación. El chakra de la garganta gobierna el habla y la escucha, la veracidad y la espontaneidad. Visualiza un triángulo invertido que une tus oídos y tu garganta. Apoya levemente la punta de tus dedos en las orejas y une las palmas bajo el mentón, en forma de V, para conectar tu garganta y tus oídos. Ahora te estás abriendo para comunicarte, acentuando tu capacidad de escuchar y de hablar.
A continuación lleva tu energía hasta el centro de tu frente. Allí está tu tercer ojo, el asiento de la conciencia expandida, de las percepciones psíquicas. Siente cómo brilla en tu frente un punto de luz azul índigo, un intenso azul violáceo. Recuerda que al vincularte con este chakra puedes despertar tus percepciones extrasensoriales, ver, oír y sentir otros mundos.
Ahora deja que la energía de la tierra se eleve hasta lo más alto de tu cabeza. Allí está el chakra de la coronilla, que te conecta con tu conciencia de Dios, con tu Yo Superior. Céntrate en este punto y sigue respirando, suave y rítmicamente. Imagina una luz violeta que vibra dentro del chakra de la coronilla e irradia a partir de él. Permite que la energía aumente su intensidad.
Visualiza la energía de la cimentación se eleva desde el cetro de la Tierra, moviéndose sucesivamente a través de todos los chakras, para luego surgir por la parte más alta de tu cabeza en un gran chorro de luz líquida. Observa cómo fluye, derramándose en cascada a tu alrededor, como una fuente de luz, cómo limpia y purifica tu cuerpo, equilibrando y armonizando todos tus chakras.
Sigue respirando suave y rítmicamente.
Percibe todos tus chakras llenos de luz. Cuando estés list@, visualiza ahora filamentos o ramas de energía que brotan desde lo alto de tu cabeza conectándote con el sol, la luna, los planetas de nuestro sistema solar, las estrellas y el cielo. Siente que esta energía, como una cascada, se vuelca por esas fibras, llenando tu chakra de la coronilla de modo tal que lo hace refulgir de luz celestial.
Chakra por chakra, deja que la energía se vierta por tu cuerpo hacia abajo, tal como antes la dejaste ascender. Deja que llene de luz tu tercer ojo, tus oídos y garganta, tu tiempo, tu corazón, tu plexo solar, tu chakra sexual y el de la raíz. Siente cómo se vierte por tus raíces, entrando a la tierra de modo tal que también el planeta comienza a relumbrar con más potencia.
Ahora las energías del Cielo y la Tierra fluyen por cada chakra, entretejiéndolos y vinculando tu cuerpo con el Universo. Siente todos tus chakras al mismo tiempo. Siéntete como un arcoiris de luz viviente, conectado con el Universo y con el Creador, conectado con la Tierra y cimentado.
Repara en tu respiración. Cobra nuevamente conciencia de tu cuerpo, del sitio donde estás sentad@. Cuando estés list@, abre los ojos y contempla el mundo a tu alrededor. Analiza cómo te sientes, ¿cuáles son las diferencias que notas? Explora de qué modo este ejercicio afecta tu percepción y tus sensaciones.
Cada vez que hagas este ejercicio crecerá tu capacidad de cimentarte. Tus chakras se te volverán también más claros. Como el ejercicio es largo, no te desalientes si la primera vez pierdes la concentración. Ocurre con frecuencia. Pero si prestas atención a lso chakras de los que te apartas, puedes darte una idea de los aspectos de tu vida y las zonas de tu cuerpo sutil que estás list@ para explorar y sanar.
La práctica hace la perfección... Cuanto mayor sea la frecuencia con que haces este ejercicio, más fácil te será cimentarte y atraer luz a tu cuerpo .
Mariona Nadal
La mayoría de nosotros sabemos que la meditación diaria es "buena para ti".
Pero aparte de calmar tu mente, ¿qué más puede hacer la mediación?
Y la respuesta es: Mucho.
De hecho, tu salud física puede verse enormemente beneficiada; ya que, actualmente, la meditación se está utilizando como
una herramienta para mejorar el bienestar de nuestro cuerpo y mente.
Y, ¿cómo puede hacerlo? Fácil, aqui tienes algunas de sus consecuencias...
1. Corazón Feliz:
Se ha demostrado que meditar baja la frecuencia cardíaca, aumenta la tolerancia al ejercicio en pacientes cardíacos, aumenta el flujo de sangre del cuerpo y hasta ayuda a mantener baja la presión arterial.
2. Soplo de aire fresco:
Meditar diariamente mejora tu relación con los pulmones haciendo que utilicen el oxígeno más eficientemente.
3. El factor Serotonina:
Sí, la meditación diaria en realidad aumenta la cantidad de "hormonas de la felicidad" que tu cuerpo produce.
Y esto significa no solo un mejor estado de ánimo sino también un impulso natural para personas que tratan con problemas
de bajo nivel de serotonina, como dolores de cabeza, insomnio, depresión y obesidad.
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Chakra por chakra, deja que la energía se vierta por tu cuerpo hacia abajo, tal como antes la dejaste ascender. Deja que llene de luz tu tercer ojo, tus oídos y garganta, tu tiempo, tu corazón, tu plexo solar, tu chakra sexual y el de la raíz. Siente cómo se vierte por tus raíces, entrando a la tierra de modo tal que también el planeta comienza a relumbrar con más potencia.
Ahora las energías del Cielo y la Tierra fluyen por cada chakra, entretejiéndolos y vinculando tu cuerpo con el Universo. Siente todos tus chakras al mismo tiempo. Siéntete como un arcoiris de luz viviente, conectado con el Universo y con el Creador, conectado con la Tierra y cimentado.
Repara en tu respiración. Cobra nuevamente conciencia de tu cuerpo, del sitio donde estás sentad@. Cuando estés list@, abre los ojos y contempla el mundo a tu alrededor. Analiza cómo te sientes, ¿cuáles son las diferencias que notas? Explora de qué modo este ejercicio afecta tu percepción y tus sensaciones.
Cada vez que hagas este ejercicio crecerá tu capacidad de cimentarte. Tus chakras se te volverán también más claros. Como el ejercicio es largo, no te desalientes si la primera vez pierdes la concentración. Ocurre con frecuencia. Pero si prestas atención a lso chakras de los que te apartas, puedes darte una idea de los aspectos de tu vida y las zonas de tu cuerpo sutil que estás list@ para explorar y sanar.
La práctica hace la perfección... Cuanto mayor sea la frecuencia con que haces este ejercicio, más fácil te será cimentarte y atraer luz a tu cuerpo .
Mariona Nadal
La mayoría de nosotros sabemos que la meditación diaria es "buena para ti".
Pero aparte de calmar tu mente, ¿qué más puede hacer la mediación?
Y la respuesta es: Mucho.
De hecho, tu salud física puede verse enormemente beneficiada; ya que, actualmente, la meditación se está utilizando como
una herramienta para mejorar el bienestar de nuestro cuerpo y mente.
Y, ¿cómo puede hacerlo? Fácil, aqui tienes algunas de sus consecuencias...
1. Corazón Feliz:
Se ha demostrado que meditar baja la frecuencia cardíaca, aumenta la tolerancia al ejercicio en pacientes cardíacos, aumenta el flujo de sangre del cuerpo y hasta ayuda a mantener baja la presión arterial.
2. Soplo de aire fresco:
Meditar diariamente mejora tu relación con los pulmones haciendo que utilicen el oxígeno más eficientemente.
3. El factor Serotonina:
Sí, la meditación diaria en realidad aumenta la cantidad de "hormonas de la felicidad" que tu cuerpo produce.
Y esto significa no solo un mejor estado de ánimo sino también un impulso natural para personas que tratan con problemas
de bajo nivel de serotonina, como dolores de cabeza, insomnio, depresión y obesidad.
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