Musicoterapia
La utilización de los sonidos como medicina de apoyo sanadora no es de hoy ni de ayer.
Tenemos una buena cuenta de ellos desde los albores de la humanidad en la que se creía que cada ser tenía su propio sonido secreto al cual debía responder, y a ello se dedicaban médicos brujos y chamanes con cada uno de sus pacientes.
Aquel que lograra hallar el tono secreto de su ser, tenía garantizada la longevidad y con su utilización comenzaría la regeneración de la enfermedad.
Esta teoría me parece increíblemente moderna si nos atenemos a los últimos descubrimientos de la física cuántica aplicadas a la medicina.
En realidad ellos buscaban un sonido que elevara la vibración del enfermo devolviéndole su frecuencia original.
Ese es el fundamento de la medicina Vibracional.
Todo en el cuerpo humano y en la naturaleza funciona en base a una coherencia, a un orden armónico en donde cada cosa responde en función del flujo de vida recibido.
Hay un sentido vital, un acuerdo perfecto en el que el protagonista es el corazón de nuestro ser. Eso se traduce en verdad o mentira, es decir, se puede uno mentir a sí mismo intelectualmente pero no puede mentir impunemente durante mucho tiempo a sus células y cuando eso ocurre, nuestro ser pierde la dirección, las pautas ficticias asumen el control, el corazón entra en desintonía con la vida real y el cuerpo enferma, porque el sentido profundo de esta vida ha sido burlado, traicionado, desviado y distorsionado.
Se ha formado una barrera demasiado grande entre el ser y la personalidad contenida en el cuerpo físico; se ha perdido la comunicación y comienza la división descontrolada de las células.
Nuestro objetivo es la evolución, la superación de niveles de consciencia y eso se hace tangible cuando comprobamos el poder que se esconde en el interior de nuestro ser, es decir, la fuerza que sacamos a relucir en situaciones críticas, pero ese inmenso potencial cuando no está enfocado al servicio de la vida y de la evolución, nos destruye.
Solamente podremos dar lugar al verdadero proceso de curación a fin de restablecer la coherencia interior, cuando permitamos la eliminación de estas máscaras aprendidas en muchos casos desde la infancia, y dando paso a la verdadera persona que hay en nosotros, reconociéndonos y aceptando los aspectos armónicos y disarmónicos como un todo.
El ser humano es mutante por naturaleza, y nuestras células han demostrados a lo largo de los siglos una enorme capacidad de adaptación, al ambiente a los cambios climáticos, al entorno, a la sociedad, y sobre todo, al ser humano mismo.
Sólo necesitan que las dejemos actuar de acuerdo a sus leyes permitiéndoles crear y co-crear con el Ser.
Lo único que reclaman es que dejemos de imponerles las mismas viejas pautas conductuales y programas hereditarios de miedo, de engaño y de duda.
Lo demás será su aportación a la vida.
LA MÚSICA ES MEDICINA DE ALTA VIBRACIÓN
Es conocida la función de la música desde hace años como herramienta de sanación, y de hecho la tradición ya marcaba una influencia directa o indirecta de las vibraciones acústicas sobre el organismo, pero no había prueba científica.
Los curanderos primitivos, los chamanes y los sanadores del mundo entero sanaban con sus instrumentos y sus cánticos en una frecuencia que hacia revivir a las células de su ostracismo.
Son conocidos los cuencos cantores de los lamas tibetanos y los de cuarzo, como instrumental de Musicoterapia, hasta el punto que en ciertas clínicas de Estados Unidos recomiendan el sonido de estos instrumentos para reequilibrar el sistema inmunológico.
Cuando el bebe nace, en ese momento los planetas están alineados generando una frecuencia la cual corresponde a la partitura o nota musical, la cual nos sirve para afinarnos.
Somos como las cuerdas de un violín: la frecuencia que traemos nos afina en el diario vivir, pues nosotros nos desafinamos por diferentes situaciones, lo que es normal en este
planeta.
Cuando se sabe qué nota musical te corresponde la puedes buscar en las melodías clásicas. Detrás de los cd dice por ejemplo: melodía en la nota FA o SI etc.
Se recomienda dormir con esa melodía basada en tu nota musical para afinar tu frecuencia en el diario vivir.
En la página principal de terapias de sonido hay miles de melodías basadas en las notas musicales. Sólo tienes que saber cual nota musical te corresponde para que puedas
trabajar con ella.
También recomiendan los nocturnos de Chopin, son buenísimos.
Para el orden y el lugar de la escala musical vibratoria, es donde entra la ciencia de la numerología, al indicarnos la vibración
natural de cada uno de nosotros.
El cálculo del número vibratorio musical se consigue a través del día, mes y año de la fecha de nacimiento.
De acuerdo a reglas pre-establecidas, conoceremos la nota natural de cada uno de nosotros.....
Es la suma del día, mes y año de nacimiento y reducida a un dígito.
El estudio de la escala es la siguiente:
1.Do mayor. Es la frecuencia que trajiste cuando naciste y representa poder, sol, autoridad, apertura, creatividad, plutón.
2. Sol mayor viene a experimentar en esta vida la casa, el apoyo, la luna.
3. Re mayor viene a experimentar la justicia, la trinidad.
4. La mayor viene a experimentar en esta vida el rompimiento.
5. Mi mayor viene a experimentar la comunicación, el verbo, chakra de la garganta.
6. Si mayor viene a experimentar la ley del amor.
7. Fa sostenido viene a experimentar lo místico, lo misterioso.
8. Do sostenido viene a experimentar destinos, karmas divinos.
9. Sol sostenido viene a experimentar en esta vida al guerrero, a la mente, es el principio y el final. Piensa mucho para tomar
decisiones y busca solución.
Estas escalas afinan nuestros sentidos.
La escala vibratoria musical número 1. Do mayor, es neutra, por lo tanto su vibración sirve para todos. Es Universal
Para cada dolencia, una música:
Musicoterapia, música para curar
La musicoterapia es una técnica terapéutica que utiliza la música en todas sus formas con participación activa o receptiva por parte del paciente. Todos nosotros sabemos reconocer cuándo una canción nos parece alegre o nos parece triste. Generalmente asociamos nuestro estado de ánimo a la melodía de numerosas obras de todo tipo. Pues bien, precisamente la musicoterapia recurre a estas melodías como método para curar o reducir diversos problemas de salud.
La idea de base es reconocer que gran parte de las enfermedades tienen su origen en el cerebro, quien luego transmite a una parte del cuerpo un estímulo determinado que reproduce una enfermedad. Con la musicoterapia se intenta hacer llegar al cerebro unos estímulos que le lleven a una relajación o anulación de los que reproducen la enfermedad, a través de diversas melodías con las que se pueden conseguir efectos sorprendentes.
Aunque la musicoterapia ya se conoce desde la antigüedad, en los años 40 de nuestro siglo se utiliza como rama de medicina recuperativa, que con efectos fisiológicos, afectivos y mentales, contribuyendo a un equilibrio psicofísico de las personas. Hoy en día se aplica fundamentalmente en desequilibrios nerviosos, influye positivamente sobre el corazón y pulmones, alcoholismo, drogas y como prevención de suicidios, aunque todavía es necesario profundizar mucho más en el tema.
El esquema básico de trabajo en esta disciplina contempla tres aspectos: la interacción positiva del paciente con otros seres, la autoestima y el empleo del ritmo como elemento generador de energía y orden. La musicoterapia actúa como motivación para el desarrollo de autoestima, con técnicas que provoquen en el individuo sentimientos de autorrealización, autoconfianza, autosatisfacción y mucha seguridad en sí mismo. El ritmo, elemento básico, dinámico y potente en la música, es el estímulo orientador de procesos psicomotores que promueven la ejecución de movimientos controlados: desplazamientos para tomar conciencia del espacio vivenciados a través del propio cuerpo.
La herramienta sonora más poderosa según muchos terapeutas del sonido es el canto de armónicos. A través de nuestras propias voces, podemos proyectar a la parte enferma la frecuencia de resonancia correcta, y devolver su frecuencia normal. Según Jonh Beaulieu, la entonación de armónicos afecta incluso al flujo de la kundalini de las tradiciones místicas. Tema muy relacionado con los mantrams tibetanos realizados para limpiar los chakras y despertar su energía para alcanzar la iluminación.
Aquí dejamos una lista de obras clásicas y su virtud, que pueden escuchar en una ventana de la PC, mientras siguen trabajando en otra ventana, simultáneamente
Insomnio:
Nocturnos de Chopin (op. 9 No. 3)
Canon en Re de Pachelbel
Hipertensión:
Las cuatro estaciones de Vivaldi
Ansiedad:
Concierto de Aranjuez de Rodrigo
Dolor de Cabeza:
Sueño de Amor de Liszt
Dolor de estómago:
Música para la Mesa de Telemann
Energéticas:
La suite Karalia de Sibelius
Para la Sanación y armonía de tu hogar:
Todo lo de Wolfang Amadeus Mozart
Actualmente la musicoterapia como disciplina de Salud se ha extendido alrededor del mundo.
España ha sido un país que tradicionalmente se ha mantenido muy a la zaga en el impulso y desarrollo de esta Terapia, si bien se ha limitado a determinados estudios, pruebas experimentales o desempeño aislado de ciertas personas. En Barcelona surge en el 1976 la Asociación Española de Musicoterapia con el Prof. Dr. Joan Obiols Vié.
La musicoterapia se desarrolla profesionalmente tanto en el ámbito público como privado, en abordajes tanto grupales como individuales. Las metodologías de trabajo varían de acuerdo a la población y a las escuelas y constructos teóricos que fundamenten el quehacer del musicoterapeuta.
"El musicoterapeuta es un profesional con unos conocimientos y una identidad tanto en el ámbito musical como en el terapéutico, y que integra todas sus competencias desde la disciplina de la Musicoterapia, para establecer una relación de ayuda socio-afectiva mediante actividades musicales en un encuadre adecuado, con el fin de promover o restablecer la salud de las personas con las que trabaja, satisfaciendo sus necesidades físicas, emocionales, mentales, sociales y cognitivas y promoviendo cambios significativos en ellos”.
Un musicoterapeuta implementa dispositivos específicos para la admisión, el seguimiento y el alta en un tratamiento musicoterapéutico. El bienestar emocional, la salud física, la interacción social, las habilidades comunicacionales y la capacidad cognitiva son evaluados y considerados a través de procedimientos específicos, como la improvisación musical clínica, la imaginería musical receptiva, la creación clínica de canciones y la técnica vocal terapéutica, entre otros.
La musicoterapia no considera que la música por si misma puede curar; no existen recetas musicales generales para sentirse mejor. Historia de la musicoterapia
Orígenes
La utilización de la música como terapia hunde sus raíces en la prehistoria, puesto que se sabe que la música estuvo presente en los ritos "mágicos", religiosos y de curación
Fue en la antigua Grecia donde se plantearon los fundamentos científicos de la musicoterapia. Los principales personajes son: Pitágoras: decía que había una música entre los astros y cuando se movían lo hacían con unas relaciones entre música y matemáticas. Este desarrollo de conceptos matemáticos para explicar la armonía en la música en el universo y en el alma humana , así, la enfermedad mental era resultado de un desorden armónico o musical en el alma humana, concediendo a la música el poder de restablecer la armonía perdida. Platón: creía en el carácter divino de la música, y que ésta podía dar placer o sedar. En su obra "La república” señala la importancia de la música en la educación de los jóvenes y cómo deben interpretarse unas melodías en detrimento de otras. Aristóteles: fue el primero en teorizar sobre la gran influencia de la música en los seres humanos. A él se debe la teoría del Ethos, una palabra griega que puede ser traducida como la música que provoca los diferentes estados de ánimo. Estas teorías se basaban en que el ser humano y la música estaban íntimamente relacionados, así que esta relación posibilitó que la música pueda influir no solo en los estados de ánimo, sino también en el carácter, por ello cada melodía era compuesta para crear un estado de ánimo a Ethos diferentes.
En la Edad Media destacan 2 teóricos, en primer lugar San Basilio, que escribió una obra titulada "Homilía”, donde destacaba que la música calma las pasiones del espíritu y modela sus desarreglos. El 2º teórico es Severino Boecio, su obra más importante se llama "De instituciones Música”, donde retoma la doctrina ética de la música que señalaba Platón "por su naturaleza la música es consustancial a nosotros, de tal modo que o bien ennoblece nuestras costumbres o bien los envilecen”. Por eso la música es un potente instrumento educativo y sus efectos benéficos o maléficos se explican en función de los modos que se utilizan. Severino Boecio reconoce 3 tipos de música:
Música mundana: está presente entre los elementos del universo. Música instrumental. Música humana: la música que tenemos dentro de nosotros.
A principios de Renacimiento, uno de los teóricos más importantes de la música es el flamenco Joannes Tinctoris, que desarrolló su actividad en la 2ª mitad del Cuatroccento. Su obra más importante respecto a los efectos que causa la música sobre el sujeto que la percibe se titula "Efectum Musicae”.
En España durante el Renacimiento, el teórico más importante en torno a la influencia de la música en el hombre es Bartolomé Ramos de Pareja, nacido en Baeza, en torno a 1450, todo ello se puede ver en su obra "Música Práctica”, publicada en Bolonia en 1482.
Surge "la teoría de los afectos” como heredera de la teoría griega del Ethos y sirve como base a un nuevo estilo musical: la ópera. En ella retoman como argumento la mitología griega, ejemplo la primera ópera que se conserva completa es de 1600, de un compositor italiano llamado Jacobo Peri.
Otra obra importante que marca lo que va a ser rl estilo operístico del barroco es la ópera "Orfeo” de Claudio Monteverdi. El teórico que mejor sintetiza la teoría del Ethos fue un jesuita llamado Athanasio Kircher, que en su obra de 1650 titulada "Misurgia universal” o arte magna de los oídos acordes y discordes. En esta obra diseña un cuadro sistemático de los efectos que produce en el hombre cada tipo de música. En el barroco también fue importante la figura de un médico inglés llamado Robert Burton, quien escribió una obra en 1632 llamada "The anatomy of melancoly ” donde habla de los poderes curativos de la música. Siglo XVIII
Se empiezan a estudiar los efectos de la música sobre el organismo, pero desde un punto de vista científico. Destacan varios médicos: El francés Louis Roger o los ingleses Richard Brocklesby y Richard Brown, este último escribió una obra llamada "medicina musical” en la que estudiaba la aplicación de la música en enfermedades respiratorias descubriendo que cantar perjudicaba en casos de neumonía y de cualquier trastorno inflamatorio de los pulmones. Pero defendía su uso en los enfermos de asma crónica, demostrando que si cantaban los ataques se espaciaban más en el tiempo.
Continua la utilización de la música cada vez más desde un punto de vista científico, por ejemplo el médico Héctor Chomet escribió en 1846 un tratado que se titulaba "la influencia de la música en la salud y la vida”, donde analizaba el uso de la música para prevenir y tratar ciertas enfermedades. Otro autor importante fue el psiquiatra francés Esquirol y el médico suizo Tissot. Ellos no pudieron demostrar el efecto físico que producía la música en sus pacientes, pero indicaban que en mayor o menor medida, la música alejaba a los enfermos de sus dolencias, salvo en el caso de los epilépticos, donde estaba contraindicada.
En España destacó un médico catalán llamado Francisco Vidal Careta, quien realizó una tesis doctoral titulada "La música en sus relaciones con la medicina”. El dijo que "la música es un agente que produce descanso, que es un elemento más social que el café y el tabaco, que deben establecerse orfeones y conciertos populares de música clásica, que habría que montar orquestas en los manicomios”.
Se empieza a crear asociaciones en otros países, entre ellos "Society for music therapy and remedia music”, encabezada por Julliette Alvin. Esta sociedad se llama hoy "British Society for Music therapy” a partir de estas asociaciones se crean otras como "asociación italiana de estudios de la musicoterpaia” y "asociación española de musicoterapia” que se funda en 1974 pero no empieza a funcionar hasta 1976 y su fundadora se llama Serafina Poch. Este movimiento de asociaciones también llega a Sudamérica tras las "primeras jornadas latinoamericanas de musicoterapia” en 1968, y después se crean más en otros países como Brasil, Uruguay, Perú o Argentina. El primer congreso mundial de musicotrerapia se celebra en París en 1974. desde aquí, el movimiento y desarrollo de la musicoterapia ha tenido un gran crecimiento. Prueba de ello es la numerosa bibliografía que se está publicando al respecto. [editar] Diferencias entre la educación musical y la musicoterapia
Uno de los grandes problemas a la hora de conceptuar el termino musicoterapia es su confusión con la educación musical, un hecho que lleva a pensar erróneamente que el profesor de música es un musicoterapeuta. Algunos autores como Tony Wigran denuncian una mala interpretación de la musicoterapia como una forma de enseñanza musical en relación con el contexto educativo. Sin embargo, otros autores como Kenneth Bruscia afirman que existe un área de practica educativa en la musicoterapia, esta ambigüedad para establecer los límites entre educación musical y musicoterapia provoca una reacción de la rama clínica medica mas ortodoxa de la musicoterapia, que en muchos casos niega la relación entre educación musical y musicoterapia. Hay 8 diferencias:
1. en educación musical la música se usa como un fin en sí mismo (enseñamos a tocar un instrumento) pero en la musicoterapia, la música se usa como un medio para producir cambios.
2. En educación musical tenemos un proceso cerrado e instructivo que está basado en un currículo, en musicoterapia, el proceso es abierto, experimental, interactivo y evolutivo.
3. en educación musical los contenidos se dividen en temas que quedan descritos en el currículo, por su parte, los contenidos en musicoterapia son dinámicos y se van creando a lo largo del proceso.
4. los objetivos en educación musical son generalistas y universales con poca diferenciación pero en musicoterapia los objetivos son individuales y particulares.
5. Las actividades en educación musical se diseñan para mejorar la calidad de las ejecuciones, pero en musicoterapia solo se considera el valor terapéutico de las ejecuciones.
6. en educación musical no se consideran evaluaciones iniciales y previas, sino que se evalúa linealmente a todos los individuos por igual, pero en musicoterapia se tiene muy en cuenta la valoración inicial y evalúa según los objetivos dinámicos que han sido fijados tras la valoración previa.
7. En educación musical el encargado del proceso es un profesor y en musicoterapia es un terapeuta.
8. En educación musical la relación se establece entre profesor y alumnado, donde el profesor se convierte en un suministrador de los contenidos o motiva la experiencia del aprendizaje. En músico terapia, la relación se establece entre musicoterapeuta y clientes, creando una alianza terapéutica de ayuda, es decir, los contenidos residen en el propio cliente.
Ambas usan la música como elemento de trabajo fundamental. Ambas usan la música como lenguaje y medio de comunicación. Ambas establecen una relación interpersonal entre el educador o musicoterapeuta y el alumnado/cliente. Ambas proponen unos objetivos a cumplir. Ambas usan un proceso sistemático, es decir, tienen intencionalidad, organización y regularidad. Ambas proponen ejecuciones musicales.
Los efectos de la música sobre el comportamiento han sido evidentes desde los comienzos de la humanidad. A lo largo de la historia, la vida del hombre ha estado complementada e influenciada por la música, a la que se le han atribuido una serie de funciones. La música ha sido y es un medio de expresión y comunicación no verbal, que debido a sus efectos emocionales y de motivación se ha utilizado como instrumento para manipular y controlar el comportamiento del grupo y del individuo.
La música facilita el establecimiento y la permanencia de las relaciones humanas, contribuyendo a la adaptación del individuo a su medio. Por otra parte, la música es un estímulo que enriquece el proceso sensorial, cognitivo (pensamiento, lenguaje, aprendizaje y memoria) y también enriquece los procesos motores, además de fomentar la creatividad y la disposición al cambio. Así, diversos tipos de música pueden reproducir diferentes estados de ánimo, que a su vez pueden repercutir en tareas psicomotoras y cognitivas. Todo ello depende de la actividad de nuestro sistema nervioso central.
La audición de estímulos musicales, placenteros o no, producen cambios en algunos de los sistemas de neurotransmisión cerebral. Por ejemplo: los sonidos desagradables producen un incremento en los niveles cerebrales de serotonina, una neurohormona que se relaciona con los fenómenos de agresividad y depresión.
Existen 2 tipos principales de música en relación con sus efectos: la música sedante, que es de naturaleza melódica sostenida, y se caracteriza por tener un ritmo regular, una dinámica predecible, consonancia armónica y un timbre vocal e instrumental reconocido con efectos tranquilizantes. La música estimulante, que aumenta la energía corporal, induce a la acción y estimula las emociones.
La música influye sobre el individuo a 2 niveles primarios diferentes: la movilización y la musicalización: la movilización: la música es energía y por tanto moviliza a los seres humanos a partir de su nacimiento y aún desde la etapa prenatal. A través de la escucha o la creación, la música imprime una energía de carácter global que circula libremente en el interior de la persona para proyectarse después a través de las múltiples vías de expresión disponibles.
La música, al igual que otros estímulos portadores de energía, produce un amplio abanico de respuestas que pueden ser inmediatas, diferidas, voluntarias o involuntarias. Dependiendo de las circunstancias personales (edad, etapa de desarrollo, estado anímico, salud psicológica, apetencia) cada estímulo sonoro o musical puede inducir una variedad de respuestas en las que se integran, tanto los aspectos biofisiológicos como los aspectos efectivos y mentales de la persona.
La musicalización: el sonido produce una musicalización de la persona, es decir, la impregna interiormente dejando huella de su paso y de su acción. Así, la música que proviene del entorno o de la experiencia sonora pasa a integrar un fondo o archivo personal, lo que puede denominarse como mundo sonoro interno. Por tanto, nuestra conducta musical es una proyección de la personalidad, utilizando un lenguaje no verbal. Así, escuchando o produciendo música nos manifestamos tal como somos o como nos encontramos en un momento determinado, reaccionando de forma pasiva, activa, hiperactiva, temerosa... Cada individuo suele consumir la música adecuada para sus necesidades, ya sea absorbiéndole de forma pasiva o creándole de forma activa. Toda expresión musical conforma un discurso no verbal que refleja ciertos aspectos del mundo sonoro interno y provoca la movilización y consiguiente proyección del mundo sonoro con fines expresivos y de comunicación.
La influencia de cada uno de los elementos de la música en la mayoría de los individuos es la siguiente:
Tiempo: los tiempos lentos, entre 60 y 80 pulsos por minuto, suscita impresiones de dignidad, de calma, de sentimentalismo, serenidad, ternura y tristeza. Los tiempos rápidos de 100 a 150 pulsos por minuto, suscitan impresiones alegres, excitantes y vigorosas.
Ritmo: los ritmos lentos inducen a la paz y a la serenidad, y los rápidos suelen producir la activación motora y la necesidad de exteriorizar sentimientos, aunque también pueden provocar situaciones de estrés.
Armonía: Se da al sonar varios sonidos a la vez. A todo el conjunto se le llama acorde. Los acordes consonantes están asociados al equilibrio, el reposo y la alegría. Los acordes disonantes se asocian a la inquietud, el deseo, la preocupación y la agitación.
Tonalidad: los modos mayores suelen ser alegres, vivos y graciosos, provocando la extroversión de los individuos. Los modos menores presentan unas connotaciones diferentes en su expresión e influencia. Evocan el intimismo, la melancolía y el sentimentalismo, favoreciendo la introversión del individuo.
La altura: las notas agudas actúan frecuentemente sobre el sistema nervioso provocando una actitud de alerta y aumento de los reflejos. También ayudan a despertarnos o sacarnos de un estado de cansancio. El oído es sensible a las notas muy agudas, de forma que si son muy intensas y prolongadas pueden dañarlo e incluso provocar el descontrol del sistema nervioso. Los sonidos graves suelen producir efectos sombríos, una visión pesimista o una tranquilidad extrema.
La intensidad: es uno de los elementos de la música que influyen en el comportamiento. Así, un sonido o música tranquilizante puede irritar si el volumen es mayor que lo que la persona puede soportar.
La instrumentación: los instrumentos de cuerda suelen evocar el sentimiento por su sonoridad expresiva y penetrante. Mientras los instrumentos de viento destacan por su poder alegre y vivo, dando a las composiciones un carácter brillante, solemne, majestuoso. Los instrumentos de percusión se caracterizan por su poder rítmico, liberador y que incita a la acción y el movimiento. [editar] La influencia de la música en el desarrollo evolutivo del niño
La música es un arte y un lenguaje de expresión y comunicación que se dirige al ser humano en todas sus dimensiones, desarrollando y cultivando el espíritu, la mente y el cuerpo. A través de la música se puede educar íntegra y armónicamente al niño/a. además es muy importante que el niño/a relacione la música con la actividad, el juego, el movimiento y la alegría, de forma que le ayude a expresar de forma espontánea y afectivamente las sensaciones musicales.
La música como lenguaje expresivo y de comunicación no requiere ni exige actividades especiales. Por tanto, cualquier niño/a tiene su propia musicalidad en menor o mayor medida. Es una característica que se debe potenciar y desarrollar desde las edades más tempranas, así lo señalan psicólogos como Davison o Hargreaves, afirmando que la musicalidad constituye una de las actitudes más valiosas de tipo humanístico y no una habilidad aislada o altamente especializada, siendo la 1ª infancia la etapa más propicia para su desarrollo. Es entonces cuando los niños/as establecen sus primeros contactos con los elementos musicales a través de instrumentos sencillos, la voz y su propio cuerpo, adquiriendo técnicas que le van a permitir utilizar la música como lenguaje y medio expresivo.
Además, estas experiencias infantiles tendrán gran importancia para moldear y formar la personalidad. Las experiencias musicales de participación activa (jugar con la pelotita mientras suena la música, sería pasiva sino participa sólo oye) son el medio idóneo para promover el desarrollo intelectual, físico, sensorial y afectivo-emocional de los niños/as. La vivencia de este tipo de experiencias repercute amplia y favorablemente sobre los demás objetivos educativos. Por ejemplo: las mismas técnicas básicas de atención, desinhibición, concentración, imaginación, creatividad, control motriz, etc. Desarrollada en música, son esenciales para el resto de los aprendizajes en las diversas aulas de conocimiento.
Estas experiencias musicales resultan muy sugerentes y divertidas para los niños/as, ya que están de acuerdo con sus intereses lúdicos y por tanto educan de una manera natural. Manipulando los materiales musicales, accediendo mediante ellos a la organización perceptual y pasando de la imagen auditiva y visual hasta la representación mental y la simbolización, estaremos influyendo en la educación del niño/a de forma decisiva.
El objetivo de la educación musical será que los niños/as desarrollen sus potencialidades expresando la diversidad y riqueza de su mundo interior, dando nuevas y variadas formas a sus pensamiento estimulando su motricidad, sus sensibilidad afectiva y su capacidad creadora. Así, las actividades de expresión musical han de estar destinadas a desarrollar en los niños/as todas sus posibilidades psicofisiológicas, afectivas, emocionales, de personalidad, cognitivas y sociales.
Posibilidades psicofisiológicas: La música contribuye a: - Desarrollar la coordinación motriz con movimiento de asociación y disociación, equilibrio, marcha, etc. - Desarrollar la discriminación auditiva aprendiendo sonidos y ruidos, recordándolos, reproduciéndolos. - Adquirir destrezas y medios de expresión corporales, instrumentales, gráficos, melódicos. - Desarrollar la locución y la expresión oral mediante la articulación, vocalización, control de la voz, el canto. - Controlar la respiración y las partes del cuerpo que intervienen en la fonación y el canto. - Dotar de vivencias musicales enriquecedoras desde el punto de vista psicológico y físico.
Posibilidades afectivas, emocionales, de personalidad y cognitivas: La música contribuye a: - Reforzar la autoestima y la personalidad mediante la autorrealización. - Elaborar pautas de conducta que faciliten la integración social. - Liberar la energía reprimida y conseguir el equilibrio personal a través del ritmo. - Sensibilizar afectiva y emocionalmente a través de los valores estéticos de la música. - Desarrollar capacidades del intelecto como la imaginación, la memoria, la atención, la comprensión, de conceptos, la concentración o la agilidad mental. Música y discapacidad
Contextualización de la discapacidad
Terminología propuesta por la O.M.S sobre: discapacidad, minusvalía y deficiencia
Deficiencia: "Dentro de la experiencia de la salud, una deficiencia es toda pérdida o anormalidad de una estructura o función psicológica, fisiológica o anatómica.” Discapacidad: "Dentro de la experiencia de la salud, una discapacidad es toda restricción o ausencia (debida a una deficiencia) de la capacidad de realizar una actividad en la forma o dentro del margen que se considera normal para un ser humano.” Minusvalía:"Dentro de la experiencia de la salud, minusvalía es una situación desventajosa para un individuo determinado, consecuencia de una deficiencia o de una discapacidad, que limita o impide el desempeño de un rol que es normal en su caso (en función de su edad, sexo y factores sociales y culturales).”
Existen tres grandes grupos en los cuáles podríamos integrar todas las discapacidades que conocemos, estos serían: Discapacidad física: como por ejemplo, parálisis cerebral, espina bífida, etc. Discapacidad psíquica: como por ejemplo, retraso mental. Discapacidad sensorial: como por ejemplo, deficiencia auditiva, deficiencia visual. (No es correcto hablar de discapacidad física (la discapacidad sensorial también es física) podrían decir discapacidad motora, pero mejor que de discapacidad sería hablar de personas con dificultades a nivel neuro-motor o cognitivo, o sensorial o de personas con necesidades especiales a nivel motor, cognitivo, sensorial, etc.)
Según Vaillancourt G. el niño además de ser un ser en desarrollo es un ser creativo y musical, ya que posee su propia música que expresa como funciona como vía de acceso de los sentidos que facilita y posibilita el aprendizaje. Además de resultar muy motivador y fomentar la capacidad de creación de la persona. La música, puede utilizarse como material y método educativo, que además de puede implementar dentro de las terapias para mejorar o restablecer las capacidades físicas y psicológicas Centrándonos en las personas con discapacidad, la música como terapia puede resultar realmente beneficiosa, tal y como veremos más adelante.
Siguiendo a Lacarcel Moreno J.(1995) "la aplicación de la musicoterapia constata que muchos niños han mejorado considerablemente las condiciones asociadas a su discapacidad” En términos generales los beneficios pueden considerarse: Aumento de la comunicación y expresión, favoreciendo el desarrollo emocional. Mejora de la percepción y la motricidad. Favorecimiento de la expresión de problemas, inquietudes, miedos, bloqueos, actuando como alivio y disminutivo de la ansiedad. Equilibrio psicofísico y emocional. Mejora de las respuestas psicofisiológicas registradas en diferentes parámetros: encefalograma, reflejo psicogalvánico, ritmo cardíaco, amplitud respiratoria. Mejora del rendimiento corporal. Aumento también del riego sanguíneo cerebral. Acercamiento a niños que por su problemática resulta más complejo: autismo, psicosis,etc. Objetivos de la musicoterapia para el trabajo con personas con discapacidad
Según Lacarcel, J. (1995):Existen dos objetivos principales de la aplicación terapéutica de la música en las personas con discapacidad: Mejorar la afectividad, la conducta, la perceptivo-motricidad, la personalidad y la comunicación. Mejorar las funciones psicofisiológicas tales como el ritmo respiratorio y cardíaco, y el restablecimiento de los ritmos biológicos a través de la música.
En cuanto a las mejoras psicofisiológicas: Desarrollo de las facultades perceptivomotrices que permitan un conocimiento de las organizaciones espaciales, temporales y corporales. Favorecimiento del desarrollo psicomotor: coordinación motriz y óculo motriz, regulación motora, equilibrio, marcha, lateralidad, tonicidad. Integración y desarrollo del esquema corporal. Desarrollo sensorial y perceptivo. Desarrollo de la discriminación auditiva. Adquisición de destrezas y medios de expresión: corporales, instrumentales, gráficos, espaciales, melódicos, de color, temporales. Desarrollo de la locución y de la expresión oral mediante la articulación, vocalización, acentuación, control de la voz y expresión. Dotar al niño de vivencias musicales enriquecedoras que estimulen su actividad psíquica, física y emocional.
Sobre el aspecto afectivo, emocional y de personalidad:
Es importante a la hora de preparar una sesión de musicoterapia, tener en cuenta una serie de cuestiones, con el fin de evitar ciertas problemáticas y además aumentar y potenciar los efectos que queremos lograr.